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Entre las nieblas de la noche se escuchan silbidos que hacen eco por todo el bosque, es «el pecado de la oscuridad», haciendo que ningún pájaro ni ningún ser humano se pueda acercar. Cuenta la leyenda que, si entras en el bosque y escuchas el silbido te hará resonar todo tu cuerpo hasta que te explote la cabeza. Dicen que una niña de 4 años cuando entró le explotó la cabeza de la nada, los padres se quedaron horrorizados al ver esa escena de su única hija.
Creepypastas
La muerte de los niños en el bosque
Hubo un tiempo en el que todo el mundo se olvidó por completo de tal macabra historia. Hubo un día que unos niños decidieron ir, para ver si lo de la leyenda era verdad o solo era un mito que decían los padres para que sus hijos no se metieran ahí.
Primero se adentraron los dos más mayores, cuando entraron empezaron a escuchar un silbido, y en un segundo les explotó la cabeza. Los otros niños se petrificaron y se fueron muy asustados a casa corriendo, se lo contaron todo a sus madres.
Inmediatamente las madres fueron a contarle al alcalde del pueblo lo que sucedió, el alcalde no supo qué hacer, pero fue con las madres de los niños fallecidos a contarles la tragedia. La gente del pueblo quería acabar con esto, alguien tenía que estar detrás de todos estos asesinatos tan macabros.
El anciano y el cazador
El alcalde empezó a explicar que cuando él era pequeño había un anciano que siempre estaba feliz y silbaba, ellos eran muy buenos amigos ya que el anciano era muy simpático y muy conocido en su pueblo. Todos sabían dónde vivía, pero un día, se fue al bosque y allí falleció, un cazador le dio sin querer un disparo en la cabeza.
El alcalde piensa que el espíritu de él está en el bosque, predestinado a matar a la persona que le mató. Una madre tuvo una idea, dijo que si encontrábamos al cazador y lo llevábamos al bosque el espíritu del anciano se iría, todos dijeron como locos que es una buenísima idea. Sin embargo, el alcalde estaba asustado y muy raro. Al día siguiente, fueron en busca del que mató al anciano, fueron sin el alcalde, pues este hombre estaba muy ocupado.
El pecado de la oscuridad
Reunieron a todos los cazadores del pueblo, les empezaron a preguntar a partir de qué año empezaron a cazar en el bosque. No obstante, pensaron mejor en entregarlos a todos, sería una buena manera de acabar antes. Cuando los cazadores entraron en aquel tétrico lugar, en un segundo murieron todos, y para asegurarse de que ya no estaba la maldición, usaron a un niño pequeño como prueba. Con tan mala suerte aquel pequeñajo también murió. Todo el pueblo se quedó sorprendidos al ver que la maldición no se había ido.
De repente, se escucha la voz del alcalde detrás de ellos, cuando se giraron vieron al alcalde sujetando una escopeta, y confesó que fue él quien mató al anciano. No estaba dispuesto a perder su vida, decía mientras les apuntaba con la escopeta. Ellos se asustaron, sin embargo, un vecino se puso detrás del alcalde, y una mujer aprovechó y le quitó la escopeta.
Cogieron al alcalde, lo levantaron y lo tiraron al bosque. Cuando murió el alcalde, la niebla y la oscuridad desaparecieron. Ya no hubo más accidentes de muertes, parece ser que ya no estaba “el pecado de la oscuridad”, aun así, el pueblo estaba maldito, pues resulta que se quedaron una gran infinidad de psicópatas.